El Significado de la Cruz

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EL SIGNIFICADO DE LA CRUZ
¿Es el evangelio un llamado a ser discípulos de Cristo? Esto puede ser tema de debate, pero una cosa es segura: para poder ser discípulos de Cristo, primero tenemos que ser salvos por su cruz. No nos salvamos por el hecho de negarnos a nosotros mismos y tomar nuestra propia cruz. Nos salvamos por el poder redentor de la muerte de Jesucristo.
Así fue como se salvó el ladrón que estaba crucificado junto a Cristo. Por supuesto que esperamos que muchos lleguen a ser discípulos y tomen su cruz, pero primero deben arrodillarse delante de la cruz de Cristo.
Esa cruz de Jesús consiste de dos vigas, una vertical y otra horizontal. Esas maderas cruzadas simbolizan la miseria humana y la salvación de Dios. La viga horizontal es como el símbolo que se usa para indicar una resta. Esa es la historia humana. Nacimos con un signo de resta, un déficit, un vacío. Hace falta algo, pero la gente no sabe qué hacer para identificarlo. Hablan de buscar la verdad, pero ni siquiera saben lo que eso significa.
Son como Poncio Pilato, quien de pie frente a Jesús, casi tropieza con la verdad al preguntar: "Y ¿qué es la verdad?" Esa es la
perspectiva de "resta" del hombre. Pero Jesús vino a salvamos.

En las afueras de Jerusalén, en una pequeña colina, levantaron un madero vertical que atravesó nuestro signo de menos. Jesús fue colgado del leño horizontal, transformando así nuestro menos en más. Los romanos pensaron que la cruz era sólo un instrumento para las ejecuciones. Estaban equivocados, era el signo "de adición" de Dios, un signo positivo, para una humanidad con mente negativa.
Por cierto, al mirar la cruz con más detenimiento vemos que no es sólo un signo "de más". Es un signo de multiplicación. "... yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia" (Juan 10: 10). Es por eso que el apóstol Pedro escribió: “... Gracia y paz os sean multiplicadas" (1 Pedro 1:2). La abundancia es el corazón del evangelio.
Esa es la razón por la que debemos predicar el evangelio. Pensemos en las muchas transformaciones que nuestro Salvador produce. Jesucristo transforma la pérdida en ganancia, lo negativo en positivo, las tinieblas en luz, el odio en amor, el cautiverio en libertad, el fracaso en éxito, la enfermedad en salud, la debilidad en fuerza, la maldad en justicia y más, muchísimo más. ¡Qué evangelio! Alabado sea el Señor. No existe nada en todo el conocimiento humano, que pueda competir con ese esplendor deslumbrante. La tarea más grande que hay sobre la tierra es predicar las buenas nuevas; y el evangelio está lleno de buenas nuevas.
Al estar predicando en una ciudad de Inglaterra, me contaron que una empresa constructora había edificado una mezquita. Como es costumbre, los constructores regresaron seis meses más tarde para corregir fallas que hubieran aparecido.
Como había una puerta que se trababa, enviaron un operario para arreglarla. Sin embargo, el líder musulmán no autorizó la reparación. Su explicación fue que si la puerta estaba así, era porque ésa era la voluntad de Alá y por lo tanto, así debía quedar.
Jesús no deja nada trabado ni mal hecho. Si algo necesita cambiarse, Él puede cambiarlo y lo hará. Su voluntad no es que algo quede mal hecho. El propósito del evangelio es corregir los defectos del mundo entero. ¡Aleluya!
-Hanoc-
Reinhard Bonnke 
Evangelismo con Fuego

Bonnke es el Pastor, Evangelista del Ministerio CFAN (Cristo Para Todas Las Naciones) reconocido por sus campañas evangelisticas en todo el continente Africano.

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